
Que raro, es pensar que uno se siente atrapado mucho tiempo de su vida, en su propia celda de 4 o 6 paredes. Cuando sos joven, en el colegio, luego, en la facultad, mas tarde en el trabajo. No porque estemos obligados, pero es que a veces, uno siente que no quiere estar ahi, y quiere estar en otro lado, libre, con sus propias reglas haciendo lo que uno quiere. Capaz sea una simple ilusión infantil con tintes de rebeldia autoritaria, buscando imaginar un lugar donde uno es amo señor y sobreano. Si, delirios de grandeza, de autoridad.
Ironías de la vida, fueron las que me tocaron vivir en cierta parte de mi vida. Encerrado en esa jaula de concreto durante muchos años de mi vida. Mi condena se acercaba a su final, estaba a unos pasos de la libertad. Nunca pensé que mis ultimos momentos de condena, se hubiesen convertido en una libertad imaginaria, donde me gustaba estar encerrado ahi, y queria no salir mas.
Será porque estaba esa persona que logró, que esos muros que me privaban de mi amada libertad se desvanecieran. Las paredes que antes me encerraban, ahora me mostraban el paisaje en que la conoci.
Ella estaba siempre igual, con una sonrisa blanca y brillante todos los días. Ese pelo largo, lacio volando con el viento cayendo suavemente sobre sus hombros. Y de vez en cuando, ese flequillo juvenil que le daban el mágico toque naïf que me encandiló.
Locura de un momento, o la mayor de las corduras, quien sabe, nos conquistamos con la mirada, día a día, sin siquiera curzar una palabra. Podía decirse que desaparecia el mundo que nos rodeaba, y cuando cruzabamos las miradas, las soteniamos unos momentos, y nos reiamos complices de miles de cosas que nadie mas sabía, cosas que nadie mas sentía, y también culpa de ese nerviosismo provocado por el shock de adrenalina disparado por lo prohibido.
Quien iba a pensar que ibamos a bajar esa manzana y probarla? Primero escondidos, y luego adelante de todos. Si, nosotros jugamos a lo prohibido, y no nos importa nada mas. Sabemos que jugamos con fuego, y nos podemos quemar, pero no nos importa porque nos vamos a quemar juntos, y ese fuego, nos fundia en un mismo metal. Si nos quemamos, nos quemamos mutuamente fusionandonos en un solo ser.
Se sabe, que lo prohibido trae adrenalina, picardia y gusto. Cuanto mas te lo prohiben, mas lo deseas.
Pero bueno...pasó el tiempo y quede en libertad, pero encadenado. Nos seguimos encontrando como dos extraños que se van sin mas, como dos extraños que van quedandose detrás. Sonrisas complices, miradas que lo dicen todo. Un mundo secreto, chiquito pero lleno de pasion.
No hay comentarios:
Publicar un comentario